Sin ser el acceso más cómodo ni tampoco el más veloz, el USB (Universal Serial Bus) se transformó en la puerta de ingreso de todos los periféricos de la PC: desde el teclado y el mouse hasta la impresora. No conforme con esto, el USB redobló su apuesta y se convirtió en el referente del almacenamiento. Y ahora va por otros mecanismos de uso cotidiano como un masajeador capilar, guantes térmicos y hasta un pequeño grill.
Una de sus principales virtudes es que los aparatos que se conecten por USB no precisan pilas o un toma corriente para funcionar. El propio puerto está preparado para abastecerlos de energía eléctrica.
En el caso de algunos discos rígidos portátiles que requieren una mayor potencia, vienen con un cable con doble salida USB para proporcionar la energía necesaria.
Otra de las características del USB es la capacidad Plug & Play. Es decir, no es necesario instalar ninguna aplicación para que lo reconozca el sistema. Además, se puede conectar y remover las veces que sean necesarias. Y cada puerto está preparado para aceptar en forma simultánea hasta 127 aparatos. Pero claro que para ello hay que usar un multiplicador de puertos.
El valor que marca la diferencia en este puerto es la velocidad a la que viajan los datos de un punto a otro. Mientras las primeras unidades funcionaban a unos 1,5 Megabit por segundo (Mbit/s) y se mejoró a 12 Mbit/s. En 2004 apareció la interface USB 2.0, apodado USB de alta velocidad, que alcanza las 480 Mbit/s: unas 40 veces más rápido que el anterior.
Pero hay más. Para el próximo año se espera la Superspeed USB o USB 3.0 que multiplicará por diez la velocidad del anterior. Así, para mover 15 GB habrá que esperar menos de un minuto. Mientras que con el USB 2.0 no baja de los 10 minutos y con el primero cerca de 5 horas.
La estructura del USB 2.0 está integrada por cuatro vías: dos para datos, una de corriente y una cuarta reservada para descarga a tierra. En la versión 3.0 se añade dos líneas más. Una dupla para enviar información, otro par para la recepción, logrando el cotizado tráfico bidireccional, en ambos sentidos al mismo tiempo. Esto consigue incrementar la velocidad de transmisión desde los 480 Mb/s hasta los 4,8 Gb/s.
Y si bien la compatibilidad está garantizada con los modelos anteriores, para que calce sin problemas, es un poco más rígido.
La ampliación de las vías en el USB 3.0 requiere un cable de mayor grosor, bastante similar a los que usan las redes Ethernet. Lo positivo de este cable es que se puede cargar, por ejemplo, un celular o un MP3, en menos tiempo.
El competidor natural del USB es el FireWire, bautizado técnicamente IEEE 1394. Este puerto de comunicaciones para entrada/salida de datos en serie a gran velocidad, fue desarrollado por Apple a mediados de los noventa. Y si bien siempre logró una mayor velocidad que su primo, jamás consiguió imponerse como un estándar. Su gran velocidad lo vuelve idóneo para la transferencia de audio, video y otros contenidos multimedia.
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